13 de agosto de 2010

La niebla y la doncella, de Lorenzo Silva

Título: La niebla y la doncella.
Autor: Lorenzo Silva.
Año: 2002
ISBN: 978-84-233-3793-4

Hay veces que los libros te saltan a las manos en el momento oportuno, cuando realmente necesitas desocupar tu mente sumergiéndote en un asesinato ficticio o en un mundo diferente. Es lo que me ha pasado con este libro: realmente necesitaba desconectar del triste mundo real y la simple frase «un nuevo caso del sargento Bevilacqua» fue suficiente para que no me separase del libro (si bien no es, ni mucho menos, el último caso del personaje). Ya había leído El alquimista impaciente y guardo buen recuerdo del mismo. El libro que nos ocupa no es, ni mucho menos, un ejemplo de originalidad, pero sí de buen hacer narrativo, capaz de componer un puzzle atractivo con piezas ya muy manidas.

El argumento es sencillo. El sargento Vila, que abrevia así su apellido para evitar equívocos (extremo que también aplicamos otros) y su compañera, la cabo Chamorro, de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en Madrid son llamados a La Gomera para dilucidar la verdad tras un asesinato cometido dos años antes, el de un joven frívolo y vividor, que fue degollado junto al coche de un concejal, casualmente padre de una de las chicas que se beneficiaba el muchacho. La narración, plagada de detalles y descripciones que me han hecho agradable la lectura, es sin embargo algo lenta. Mucho más allá de la mitad del libro se empieza a avanzar algo en el caso, lo que confirma mi intuición de que la intención del autor no es tanto escribir una novela de crimen y misterio como un novela costumbrista, centrada en un hombre maduro mucho menos cínico de lo que da a suponer y la guardia Anglada, un personaje interesante al que quizás le quedan flecos sin trenzar, que eclipsa casi totalmente a la habitual Chamorro.

Reconozco que, quizás por los años pasados leyendo a autores clásicos castellanos, me enganchan los autores que, además de saber llevar con habilidad una trama, usan un español castizo y auténtico, como el que se habla en mi tierra, donde palabras como zascandil resultan naturales y no es necesario utilizar palabrotas para insultar y quedarse tan a gusto. Como esta novela está narrada en primera persona, abundan los monólogos de Vila, que siempre demuestra el encomiable interés de no engañarse a sí mismo, mientras navega entre politicuchos, mandos con más estrellas que neuronas y aprendices de mujer fatal. Las descripciones de las Canarias, ya que los personajes pasan por varias de las islas, son acertadas, capaces de evocar alguna visita a la laurisilva del Garajonay o el paisaje casi marciano del Roque de los Muchachos.

Estas características no impiden que la trama detectivesca sea también atractiva, con algún que otro requiebro de los que sirven para mantener la tensión y la habitual plétora de personajes sacados de lo más selecto de la sociedad, aunque aparezcan casi de pasada: proxenetas, camellos, amigos de una noche que te dejan en la cuneta a pasar la borrachera... Personajes vulgares, como son sus equivalentes en nuestro "estado de bienestar", que me han hecho pensar que, a pesar del éxito de los más mezquinos y retorcidos asesinos suecos, son la gente corriente, la que nunca llama la atención, la verdaderamente peligrosa.

En conclusión. No será una novela que pase a los anales de la literatura, pero cumple su objetivo: entretiene, edifica y abre la mente, que no es poco. En mi biblioteca personal, la coloco al lado de otros libros que para mí son de la misma familia: haremos un hueco entre Sax Rohmer y Simenon. Que no dude el autor que en cuanto salte a mis manos otro caso del sargento Bevilacqua (en edición bolsillo) me sumergiré con él en un nuevo caso. Quizás por saturación hasta llegue a superar el atávico recelo por la Benemérita y por extensión hacia toda la autoridad per se que me acompaña desde que tengo uso de razón.

5 comentarios:

  1. Precisamente he empezado este libro hoy mismo, me apetecía viajar literariamente a Canarias.

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  2. Espero que te entretenga como me pasó a mí. Cuando lo termines, pásate por aquí a comentarlo.

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  3. Esta es la tercera historia de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, es la tercera que leo y la que más me ha gustado de las tres.

    Ya me he encariñado con los personajes, conozco mejor su carácter y me ha gustado acompañarles investigando un crimen por algunas de las islas menos conocidas del archipiélago canario. Además, en esta ocasión me he encariñado también con la cabo Anglada.
    De su mano he podido viajar por el parque nacional de Garajonay, subir al Roque de los muchachos y bañarme en las playas canarias a la vez que juntos desentrañábamos quién había cometido el crimen. No es poco.

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  4. Yo me quedo sobre todo con los monólogos interiores de Bevilacqua... Al que, por cierto, en mi mente siempre le pongo la cara de Ensada XD

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  5. buenazoooooooooooo
    lo maximo buena lectura"!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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