20 de febrero de 2011

Valor de ley, de Charles Portis

Título: Valor de ley. (título original en inglés: True Grit).
Autor: Charles Portis.
Editorial: Debolsillo.
Páginas: 202.
ISBN: 978-84-9908-733-7.

La reciente adaptación al cine de este clásico del Oeste por parte de los hermanos Coen me ha permitido acercarme a este extraordinario relato, que ha conseguido incluso reconciliarme con un género (y un ambiente) al que no me asomaba desde hace años, algo que no consiguió el por lo demás gran Cormac McCarthy con Meridiano de sangre.

El argumento de la novela resultará conocido a muchos aficionados al género, sobre todo por la adaptación al cine protagonizada por John Wayne en 1969: Mattie Ross, una joven de catorce años, contrata al marshal Rooster Cogburn para buscar y llevar ante la justicia a Tom Chaney (si es que ése es su verdadero nombre), el cobarde asesino de su ejemplar padre. Ahora bien, el relato no es una sucesión de aventuras, ni una de esas colecciones de "cosas-que-deben-pasar-en-libros-como-este" en las que se convierten algunos superventas actuales. Es la narración de una voluntad firme y decidida, encarnada en una niña que tiene poco de estúpida, contada por ella misma tras muchos años, ya convertida en una solterona autosuficiente.

El título original, True Grit, hace mucha más justicia a la protagonista. De hecho, un título como "Lo que hay que tener" o, simplemente "Agallas de verdad" sería, además de más fiel, más adecuado. Supongo que si Cogburn hubiera existido se habría removido en su tumba ante la tendencia de traducir los títulos libremente: la segunda película con Wayne como el justiciero, Rooster Cogburn (1975), se tradujo en España como El rifle y la biblia.


Volviendo a la novela, es un relato ágil, salpicado de enjundiosos monólogos de Mattie, que contempla la realidad en toda su crudeza pero no ceja en su empeño. De hecho, es una persona a la que podríamos calificar de especialmente molesta, por su constancia, su determinación, su valentía, virtudes que muchos consideramos admirables, pero que pueden, con frecuencia, causar hastío y envidia en los demás.

Si el personaje de Mattie es el que más destaco, no es más que porque ya se ha escrito suficiente y bien de Cogburn, un "héroe", gris, borracho, pendenciero y violento, malvado por momentos y honorable en otros. Capaz tanto de admirar a gente como William Quantrill como de agotar hasta la muerte a un pony para salvar la vida de una niña entrometida.

La traducción que he leído, realizada por Eduardo Mallorquí en su momento, es digna, con algunas notas sobre personajes o palabras de jerga western que ayudan a entender el sentido de lo dicho. Hay un par de errores leves: el primero, cuando, al contrario que en otras acertadas ocasiones, no traduce la paráfrasis del relato de Marta y María del Nuevo Testamento; el segundo, traducir marshal, de por sí una palabra difícil, como comisario, en lugar de como alguacil.


Una novela muy recomendable, que se puede comprar a buen precio y que, sin duda, es una clásico no tanto del Oeste como de la naturaleza humana.

9 de febrero de 2011

Más material para leer

Gracias a los amigos de LibrosyLiteratura y a su concurso, he recibido un lote de libros nuevos para leer, disfrutar y comentar en este blog (ya aviso que alguno directamente lo regalaré...). Entre otros, el nuevo de Umberto Eco, que tenía muchas ganas de leer:



20 de diciembre de 2010

La historia del comienzo, de Eduardo Riaza

Título: La historia del comienzo. Georges Lemâitre, padre del Big Bang.
Autor: Eduardo Riaza.
Editorial: Encuentro.
Páginas: 136.
ISBN: 9788499200286

En un relato de Arthur C. Clarke que siempre me ha encantado, un astrofísico jesuita, miembro de una misión de exploración espacial multidisciplinar, lamenta en su monólogo de que sus colegas no reconocen los méritos de su orden en el avance de la ciencia: "siempre, desde el siglo XVIII, hemos estado haciendo contribuciones a la astronomía y a la geofísica, desproporcionadas con nuestro número".

Soy de los que piensan que para ser ateo hay que saber mucha pero que mucha teología... y no poco de historia de la Iglesia. Así, me repugnan los pazguatos que rechazan como un todo a un grupo humano, el de los creyentes católicos, como una caterva de ignorantes inquisidores quemadores de Galileos y enemigos del progreso porque, a pesar de lo mucho que tiene la Iglesia por lo que pedir perdón, no se le puede discutir, objetivamente, su contribución al desarrollo de la humanidad. Y eso sin entrar en razonamientos de fe y costumbres.

Si a alguien entendido y leído le preguntas por las contribuciones de clérigos o religiosos católicos a la ciencia como máximo saldrá a relucir Mendel, por la bucólica imagen de monjecillo cría guisantes que nos queda del Bachillerato o, para los más perspicaces, Copérnico, el canónigo. Pues no: hay muchísimos más (y lo que es mejor, los sigue habiendo). Los suficientes para que haya que repensar el prejuicio de cristiano = acientífico, en plan Ágora.

En el libro que nos ocupa el protagonista, además de falso narrador como licencia artística, es uno de los científicos católicos más importantes, influyentes y desconocidos del siglo XX: Georges Lemaître, belga de nacimiento, físico de formación, sacerdote católico de vocación. Uno de los enfants terribles de la física de la primera mitad del siglo pasado, formado en las dos Cambridges, participante en los Congresos Solvay y capaz de arrancar del parco Einstein tanto elogios como críticas.

En La historia del comienzo, el profesor de física E. Riaza nos presenta una "falsa" autobiografía de Lemâitre, al estilo de pastiche holmesiano en el que siempre se encuentra una caja sellada con un nuevo relato de Watson. El estilo es didáctico, muy sencillo, cronológico y con total ausencia de ecuaciones o disertaciones complicadas. Va recorriendo los hechos más importantes de la vida del científico, salpicando de anécdotas el relato, consiguiendo una lectura rápida y agradable. Tan sencillita que parece que la ha escrito para sus alumnos.

El mérito es grande. No hay absolutamente nada escrito sobre Lemâitre en español (y apenas nada en inglés). Además, el autor consigue evitar entrar en la supuesta confrontación fe-ciencia que la vida del personaje podría haberle dado pie a participar. Más bien se centra en lo cronológico de su vida, sin entrar en su periplo vital, sin apenas asomarse a sus causas, a las dificultades de su vida entre sotanas y batas blancas... He echado de menos mayor profundidad, quizás alguna página más compleja sobre las teorías de Lemâitre, como en las biografías de científicos de Nivola...
Einstein y Lemâitre

También me hubiera gustado que precisase más sus contribuciones a la teoría del Big Bang, que él nunca llamó así, a sus artículos y colaboraciones, a sus ideas pioneras sobre informática o a su trabajo como presidente de la Pontificia Academia para las Ciencias bajo el mandato de papas como Pío XII. De igual forma podría haber evitado el recurso literario de la autobiografía, que personalmente no valoro positivamente en general. Entiendo que el autor, que cada día tendrá que lidiar con alumnos de la ESO, ha querido acercarse a su nivel. Loable esfuerzo, que se agradece.

Concluyendo: una agradable introducción a la vida de un científico casi desconocido, didáctica, sencilla, para todos los públicos... Excepto si quieres profundizar en la vida del gran Lemâitre. Para ello, habrá que esperar a una biografía completa y crítica, que difícilmente veremos en castellano.

Como colofón, inserto un vídeo sobre Lemâitre y el libro interesante, por el mismo autor del libro:



Por cierto, si alguien no ha leído el relato de Clarke que abre esta reseña, son las fechas adecuadas para hacerlo.

19 de diciembre de 2010

El arco iris de Feynman, de Leornard Mlodinow

Título: El arco iris de Feynman. La búsqueda de la belleza en la física y en la vida.
Autor: Leonard Mlodinow.
Editorial: Crítica.
Páginas: 187.
ISBN: 978-84-9892-014-7

Fui a la librería (digo "la" porque donde vivo sólo hay una librería que valga la pena) a comprar El gran diseño, el último libro de divulgación científica de Stephen Hawking... y otro autor desconocido con apellido raro, que resulta ser Leonard Mlodinow. En uno de los arrebatos que suelen poseerme en las tiendas de libros, al coger el libro querido me fijé en el de al lado, del "coautor" y, saliendo el nombre de mi admirado (y reído) Feynman, no pude menos que comprarlo. Eso sí, en digna edición de bolsillo de Crítica-Drakontos, que tanto bien hacen a los amantes de la ciencia y a sus oculistas (y cualquiera que haya leído uno de sus libros de bolsillo sabe de qué hablo).

He de reconocer que esos arrebatos rara vez llevan a una buena compra, pero esta vez me ha ocurrido que, siendo El gran diseño un libro mucho más ambicioso, quizás porque todo lo que dice ya está dicho y no aporta nada nuevo, este librito, más humilde, casi de broma en algunos capítulos, es el que me ha dejado buen sabor de boca.

El libro es autobiográfico. Simplemente relata los primeros meses de Mlodinow como doctor becario en el CalTech, con mucha libertad, ni idea de lo que va la vida y un pequeño despacho entre un tal Murray Gell-Man y otro tal Feynman, que resulta son los gemelos terribles de la física. Y sus aventuras, que no son más que las del científico teórico falto de ideas fantásticas que busca su lugar en el mundo, me ha encantado.

Alguno seguramente diría que el libro describe el lado humano de la ciencia. Personalmente creo que sólo hay un lado humano en la ciencia, así que lo que narra es la pura realidad. Murray, porque nadie le llamaba por el apellido, es un sabihondo casi insoportable que grita a sus empleados... pero a la vez apadrina a un don nadie "padre" de la teoría de cuerdas, John Schwarz, cuando nadie creía en lo que hacía y llora en su despacho la muerte de su esposa.

Feynman ya no es el joven insolente y genial que reventaba cajas fuertes en Los Álamos y tocaba los bongos en clubes de dudosa fama. Ahora es un hombre casi agotado en su lucha contra el cáncer, con las manías propias de la gente mayor pero aún con la frescura necesaria para darse cuenta de que lo más importante de su vida, su único objetivo, es ver crecer a su hija.

¿Y Mlodinow? Pues un joven que gana en sabiduría cada día que hace una visita a Feynman, escucha a Murray hablar en alto maya, descubre unos bultos sospechosos en sus partes pudentes y descubre, casi por sorpresa, que la base de la ciencia está en hacerse preguntas.

La felicidad, viene a descubrir el advenedizo teórico, está en buscar el propio nicho en el mundo buscando lo fundamental y relativizando lo accesorio. Quizás por eso se pasó después a ser guionista de Star Trek: La Nueva Generación y McGyver. Quizás también por ello escribe libros con Hawking, aunque sea un refrito como el último.

En conclusión: un libro muy recomendable para los que nos movemos en el mundo de la ciencia y queremos acercarnos a lo que de verdad piensan y sienten los científicos. Además, breve y contado con humor. A ver si engaño a alguien para que me regale El andar del borracho...

Premios Libros y Literatura 2010

Con el objetivo de hallar las cuatro mejores reseñas literarias de la blogosfera y premiar a sus escritores con el Marcapáginas de Plata y sendos lotes de libros valorados en total en más de 3.000 €, el Equipo de Libros y Literatura organiza los “Premios Libros y Literatura 2010”.
Para participar en él, todas las personas físicas poseedores de un blog y/o escritores habituales de él deberán inscribirse, antes del sábado 25 de diciembre de 2010, siguiendo los pasos indicados en las bases completas del concurso.
La elección de los ganadores se llevará a cabo mediante dos jurados. Dos de los premiados serán elegidos por un jurado cerrado compuesto por los miembros del equipo de Librosyliteratura.es, escritores, editores y creadores de blogs literarios. Los otros dos ganadores serán escogidos por el público en general, entre los que se sortearán tres lotes de 20 libros cada uno. El período de votación será del lunes 27 de diciembre de 2010 al miércoles 5 de enero de 2011.
También, el blog que haga difusión y consiga más clics en el banner oficial del concurso colocado en su página, será ganador de otro lote de libros. Entre los blogs difusores que no ganen, se sorteará otro lote. La resolución de los premios se hará pública el viernes 7 de enero de 2011, así como los nombres de los ganadores de los sorteos. Para más información sobre el concurso y sus premios, lee las bases completas aquí: http://www.librosyliteratura.es/concurso-libros-2010.html.

Navidad10r07


La reseña con la que participa Lucien en este blog es: Seis sospechosos, de Vikas Swarup.

18 de septiembre de 2010

Cuando fui skin, de Asís Arana

Título: Cuando fui skin.
Autor: Asís Arana.
Editorial: Planeta.
Páginas: 384.
ISBN: 978-84-08-09422-7

Me refiero ahora a un libro que creo que no habría comprado por mí mismo, más que otra cosa porque sólo compro libros de este precio cuando tengo total confianza en que me va a gustar (aunque a veces uno se equivoque, claro). Tuve la suerte de que un compañero lo comprase, leyese y alabase para la manida frase de ¡pues déjamelo!

Bien. El libro se resume en la frase de la portada: un joven de familia bien, en un colegio religioso que, desde muy joven, frecuenta a un grupo de ultraderecha y va "ascendiendo" en sus rangos, a base de palizas hasta convertirse en un skin brutal y totalmente irracional (valga la redundancia) y... termina de cura. Es una historia en la que sabemos el principio y el final y no hay grandes sorpresas. Gana atractivo el paréntesis, lo no contado en la portada, sobre todo lo que su familia, especialmente su madre, hace por él, las oportunidades que le dan a pesar de su total contaminación, por las opciones que toman para salvarle... Pero tampoco remonta demasiado de lo sabido.

En mi opinión, se nota demasiado que el autor, Asís Arana (confieso que he pensado que era un pseudónimo... todavía no estoy del todo seguro, puesto que las novelas que se indican en la guarda como escritas por él no aparecen por ningún lado, el nombrecito se las trae y la temática, como en el caso de Antonio Salas y Diario de un skin, parecen llamar al anonimato. Pero sí, parece que efectivamente existe, da entrevistas en la radio y tiene algún guión cinematográfico escrito), es novel. Intenta entrelazar su supueso "viaje existencial" con el del actual sacerdote, con escaso éxito. Combina frases pretenciosas con expresiones más bien chabacanas y hasta zafias, no aporta la dosis de realidad necesaria para hacer creíble la historia (aunque un relato esté basado en hechos reales, hay que saber narrarlo para hacerlo creíble... y al contrario). En algunos anécdotas se nota claramente, quizás por las "licencias literarias" que se toma el autor: nos relata cómo tardó meses en conseguir que Pablo, el protagonista accediera a contar su historia y, sin embargo, le conoce porque un amigo comenta al autor que Pablo ha ido a hablar de su vida a una clase universitaria... Se nota la buena intención del Sr. Arana, pero también su impericia.

Otro fallo de la novela es dedicar casi la mitad del libro a la caída del protagonista en el mundo de la ultraderecha y luego liquidar su "conversión" en unas pocas páginas, dedicando muy poca atención tanto a los fundamentos de la relación de pareja que "salva" al antiguo radical como al paso al sacerdocio, hecho que no se desarrolla psicológicamente. Es decir, el personaje protagonista va avanzando, madurando, tanto para bien como para mal en la narración de Arana, pero, en cuanto deja de ser skin, se vuelve plano, anodino, incapaz de hacernos comprender el viraje de su vida.

¿Está el lector interesado en conocer el mundo de la ultraderecha? Hay otros libros más ilustrativos al respecto. ¿Quiere conocer a una familia que apuesta por la oveja desacarriada (aunque más que oveja es un cabrito)? Acérquese a esta novela, sin buscar mucho más. ¿Le interesan las personas que toman las riendas de su vida y son capaces de cambiar (la premisa que subyace a la promoción del libro: si el protagonista hubiera acabado de padre de familia y no de cura no habría libro)? Busque en otro lugar.

26 de agosto de 2010

The trusted servant, de Alison Macleod

Título: The trusted servant
Autor: Alison Macleod.
Editorial: Coronet
Año: 1968.
ISBN: 0340158859.

Comento hoy un libro que ni está editado en español ni se puede conseguir fácilmente, pero que he disfrutado leyendo. Alguno de mis amigos sabe que ciertos periodos históricos  me obsesionan de vez en cuando y me leo todo lo que encuentro sobre ellos. Uno de esos periodos, quizás el segundo en volúmenes en la biblioteca, es el reinado de los Tudor en Inglaterra. Me refiero a los Tudor de verdad, es decir, a un Enrique VII manipulador y asesino, un Enrique VIII gordo y medio loco, un débil Eduardo VI, una María I acomplejada y una Isabel I escurridiza y virgen. Es decir, no los que salen en cierta serie de televisión a ritmo de videoclip. Sobra decir que, puesto que me he informado mucho sobre la época, cualquier incoherencia que descubra me hace, instintivamente, apartarme del libro o de la tele que la cometa.

Pues bien, The trusted servant es una novela histórica escrita en los años 60 que narra la vida de un personaje ficticio que, por avatares de la existencia, se cruza más o menos con todos los protagonistas del período Tudor desde Enrique VIII hasta casi el final del reinado de Maria I. Y lo hace con un estilo cuidado, un lenguaje claro y, sobre todo, sin los clásicos anacronismos e incoherencias de, desgraciadamente, no pocas novelas históricas.

El argumento se centra en Thomas Vaughan, medio inglés y medio español por ser hijo de una de las damas de compañía de Catalina de Aragón, que irónicamente es uno de los protegidos de Thomas Cromwell y, por lo tanto, de Enrique VIII durante el abultado periodo de favor del casi valido. Si alguien sabe quién fue Cromwell, entenderá que con protegido se quiere decir agente más o menos discreto. El ritmo de aventura de la novela, de hecho, se basa en las misiones que el sagaz político encarga al protagonista. Misiones que empiezan con ganarse la confianza de Catalina haciéndose pasar por católico y devoto de la causa española para así espiar su correspondencia y visitas (sobre todo las del embajador imperial Chapuis) y terminan por el intento de asesinado al cardenal Reginald Pole. Entre medias, lo que cabe esperar, bien narrado: actas de supremacía, supresión de los monasterios, peregrinación de gracia, exceso de población en la Torre de Londres, incluyendo Bolenas... Pero Thomas no es como los Alcántara de Cuéntame, que siendo una familia de barrio está "en todas las salsas", sino un espectador, a veces un actor, de un época fascinante.

Ciertas novelas históricas intentan sumergir al lector en el tiempo mediante largas descripciones, cronologías, hasta biografías encubiertas. No es este el caso, aunque algunos de los hechos históricos que se narran queden por eso algo deslabazados. En honor también de la verdad, los personajes no son monolíticos. Cromwell era un desalmado, pero tiene no pocos gestos de humanidad con los suyos. Pole era un tanto meapilas, pero también un político, si bien poco habilidoso, al que se le pasaban todas las compasiones cuando se encontraba con un hereje cara a cara. Por cierto, no muy diferente del retrato que ofrece la serie de televisión sobre mi admirado Tomás Moro.

En resumen, un libro recomendable que está completamente olvidado y un relato de aventuras que te deja con la duda de si podían haberse hecho peor las cosas históricamente. ¿Que cómo llegué a él? Por un artículo de Wikipedia que lo nombraba y, después, por eBay. Edición que ha pasado por muchos bolsillos, pero a precio irrisorio, aún con los gastos de envío.